Así son las fiestas internacionales en Kiel. Alemania.
Rutas y Viajes de los de Ibérica 2000.
Verano de 2016.
«Por las Rutas del Buen Comer»…
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Cada dos años se concentran todos en los puertos marítimos para disfrutar y celebrar su ritmo marinero, junto a las aguas del Báltico.
Barcos de todas las nacionalidades se dan cita para celebraciones por todo lo alto. Clásicos y deportivos para ser admirados de cerca y visitados por dentro.
«Miradas al mar y a sus manjares, que nunca se dejan de lado»
En cada esquina un tenderete para atender al público hambriento que es mareado con mil y un platos para degustar a cual mejor, llamando la atención y creando todo un jolgorio a su alrededor.
Calor, buen tiempo y conciertos en la calle…
Hay que vivir, y el clima cálido llama a todos a salir de casa y a viajar por Europa, donde todas las culturas conviven e intentan hacer caja al ritmo de la música. Orquestas y sencillos duetos a cada chiringuito, donde la cerveza de todos los colores, aquí es la reina del pastel.
NO TE PIERDAS EL SALIR DE VIAJE….
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La Nao Victoria en Kiel (Alemania)
A punto de entrar en el Canal de Kiel para atravesar Alemania a bordo de este buque histórico, nos detenemos una semana en el puerto alemán de la ciudad de Kiel.
Kiel (/kiːl/) es la capital del estado federado alemán de Schleswig-Holstein, el más septentrional de Alemania. Situada a orillas del mar Báltico, la ciudad ha sido una de las principales bases navales alemanas desde la década de 1860.
La ciudad fue casi completamente destruida por 710 bombarderos estadounidenses el 13 de diciembre de 1943 (durante la Segunda Guerra Mundial), por lo cual, la mayoría de los edificios son nuevos y le dan una imagen industrial a la ciudad.
El Canal de Kiel (Nord-Ostsee-Kanal en alemán), de 45 m de ancho y 14 m de profundidad, recorre 96 km desde Kiel a la desembocadura del río Elba.
La ciudad cuenta con los astilleros más grandes del país, entre los que destaca el Howaldtswerke-Deutsche Werft, que fabrica los más modernos submarinos no nucleares del mundo. Tal es el caso del Submarino U31, el primero del mundo con células de combustible.
A orillas del Báltico todas estas ciudades cuando has atravesado diversas calles principales llenas de marcas y centros comerciales y has paseado junto a las decenas de barcos atracados en sus muelles, ya te parece que has estado alguna vez aquí. Mismas fiestas en diferentes lugares de la costa, donde ya son familiares los sonidos de los diversos conciertos que están diseminados por plazoletas y tenderetes en gran parte del centro de la ciudad.
Los chiringuitos de comidas se repiten y son idénticos a los que ya hemos probado en el puerto de Bremerhamen, en la ciudad de Hamburgo (a la que nos desplazamos en tren), en Rostock, y en Polonia. Aunque en Polonia con algunas excepciones y sorpresas con respecto a ciertos ingredientes en sus composiciones culinarias.
Podemos descubrir la gran cantidad de gaviotas que aparecen sobre las aguas del puerto al amanecer, cuando se lanzan alocadamente sobre las basuras que ha dejado la noche, esperando los momentos adecuados para picotear entre basuras antes del anochecer, e incluso pateando entre los pies de los paseantes con todo el descaro posible, para llevarse con ansiedad cualquier bocado; patatas fritas sobrantes o algún trozo de carne o salchicha que le haya caído a cualquier espectador.
Música, tenderetes para vender sillones, hornos, hamacas, bebidas, dulces, helados, hamburguesas, pizzas, frankfurts y recintos feriales para saciar un poco el estrés de las jornadas laborales.
Nos tratan bien y es cómodo salir y disfrutar para regresar a tu aposento en un plis plas, para comer o dormir o relajarse de este mundanal ruido, aunque el barco permanece en el centro de la fiesta como museo para visitar por 3 € y eso conlleva estar metido en la fiesta durante largas horas.
A las 24:00 h todo entra en silencio. Los últimos andantes rezagados aún caminan en zig-zag por los malecones. La basurilla invade los rincones esperando que al amanecer los servicios se presten a dejarlo todo impoluto. Las noches tranquilas y silenciosas en turnos de guardia para que no se nos cuele ningún extraño.
Las horas no se hacen pesadas, lees algún libro que te transporta, consultas tu móvil para ver las últimas noticias de amigos y familiares, ves una película en tu PC o te relajas simplemente, tomando unas notas para compartirlas con todos vosotros.
Un abrazo y os seguimos contando…
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