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Consejo Mundial para La Naturaleza (WCFN) & Agencia de Comunicación Ibérica 2000.
Un artículo de
Javier Flores y Daniel Delgado
14/07/2016
Parece no importar cuántas veces lo hayamos tenido delante, siempre nos impresiona ver el mar.
Esa inmensidad y fuerza que transmite provocan una reacción un tanto peculiar en el ser humano; parece amplificar y sacar a la superficie nuestros pensamientos más profundos, cómo nos sentimos de verdad en el momento en que las mareas besan nuestros pies y la arena se hunde bajo nosotros.
Playas de todo el mundo se llenan de visitantes felices que solo buscan desconectar y olvidar, durante los instantes que dura el baño, las obligaciones que rigen su vida. El mar nos pone melancólicos y nos pregunta quiénes somos con el sonido de las olas.
El mar sosiega el alma y es fácil llorar en él, porque las lágrimas (y nuestros problemas) parecen pequeños en comparación… con tanta inmensidad.
Algo nos atrae hacia el mar:
poetas, pintores, escritores, piratas, aventureros…
Nos lleva a él para ser conscientes de la futilidad de la vida humana y lo que supone luchar contra viento y marea. El mar construye y erosiona, nos hace flotar y nos hunde. En el mar, después de la tormenta llega la calma.
Por mucho que lo intentemos, el mar es una fuerza incontrolable que solo sigue su propia naturaleza. Podemos tratar de luchar o controlarlo, pero al final todo depende de Poseidón y nosotros estamos a la deriva.
«Muchas personas atacan al mar, yo le hago el amor».
Jacques Cousteau.
«Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho». Antoine de Saint-Exupéry.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar.
José de Espronceda.
«El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza».
Leonardo da Vinci.
«Miles de personas han sobrevivido sin amor; ninguna sin agua».
Wystan Hugh Auden.
Necesito del mar porque me enseña
no sé si aprendo música o conciencia
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos.
Pablo Neruda.
«El mar es un antiguo lenguaje que ya no alcanzo a descifrar». Jorge Luis Borges.
«Hay un espectáculo más grande que el del mar, y es el del cielo; hay un espectáculo más grande que el del cielo, y es lo interior del alma”. Victor Hugo.
«El hacer bien a villanos es echar agua en la mar”. Miguel de Cervantes.
El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste del mar?
En sueños, la marejada me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?
Rafael Alberti.