Entrevista con el hijo del Premio Nobel de Literatura… Camilo José Cela Conde.

UNA VISITA a las CASAS DEL SALTO, con Camilo José Cela Conde.
Entrevista con el hijo del Premio Nobel de Literatura…
Desde el corazón del Alto Tajo, en Guadalajara (Castilla La Mancha – España)
Salir de Peralejos de las Truchas para internarme en los barrancos del río Tajo más allá del puente de Martinete camino de la Laguna de Tarabilla, es todo un mundo apasionante para sumergirse en la geología de este Parque Natural, recientemente declarado e incluido dentro de la red valiosa de Geo-Parques de Europa.Murmullos del agua que enseguida te meten en contexto, circulando bajo impresionantes moles de roca entre arboledas aún desnudas, en estas fechas de finales de marzo. Son lugares secretos, perdidos en las profundidades de lo que fue el tiempo. Esta fue tierra en un mar sumergida, que al ir aflorando, fue limada y desgastada por colosales cantidades de aguas que esculpieron formas y maneras, e imprentaron sus huellas para el disfrute de los dioses de estos paisajes. Ahora es un paraíso para los sentidos en cada curva, en cada recodo que conforma el río salvaje que fue indomable en la prehistoria; aunque ahora adolescente y aún enérgico en esta cuenca alta del Alto Tajo, está lleno de vida que explosiona entre celos nupciales de su fauna al llegar el esperado buen tiempo.

Nutrias, truchas, garzas, grandes rapaces, alimoches, entre fondos de verde esmeralda que arropan sensaciones que estimulan el celebro en milésimas de segundo. Un paisaje que pese a que en estas horas del día ya se apaga, llenándolo todo de grises y sombras, aún es bello y atractivamente sobrio; en él voy de camino a esta cita emocionante, que se me alarga porque ya llego con retraso.

Ciervas acompañadas de crías, que cruzan y entrecruzan esta pista llena de retortijones. Dejó mi furgoneta en la laguna de Taravilla y atravieso el cauce por un puente colgante, que acompañado de pinares frescos y aguas impolutas, silenciosas y cristalinas, que embriagan mi caminar entre los últimos murmullos sonoros de pajarillos que ya se acurrucan; llegando por el sendero a las Casas del Salto.

Raquel –su propietaria- sale de su cocina para arroparme, tan solo cruzo la cortina de su entrada. En la sala del acogedor comedor cuidado con delicadeza entre maderas trabajadas y entre el calor de unos troncos encendidos, la figura de un hombre de mediana estatura al fondo, hablando con Antonio, el marido de Raquel. Es Camilo José Cela Conde. Nos acercamos mutuamente para estrechar nuestras manos, agradeciéndole que en estos días de reposo y relax, me dedique unos minutos para disfrutar de su compañía en un espacio inmejorable, en una cómoda calidez que viste de hogareña y familiar la entrevista.

Nos sentamos y le hago una presentación de mi casual estancia en estos lugares también, después de mí recién llegada de Luxemburgo. Hacemos algunos comentarios previos y dejo mi grabadora sobre la mesa de madera, para terminar de acomodarnos juntos y sobre todo para oír de él, lo que me quiera contar de su padre. No he venido ni por asomo a hablar de la obra, válgame dios, si conozco apenas dos libros que leí obligado en las clases de literatura en el instituto. He venido a hablar de la persona humana que había tras Don Camilo, como le llamaba amistosamente Jesús Hermida en aquellas tertulias apasionantes que hacían en televisión, cuando su tenebrosa figura ocupaba la pantalla.

Allí me embrujó la figura de Camilo José Cela que captó mi atención apenas con 18 años, por sus naturales y explosivas respuestas que no escondían ningún tipo de pudor, algo que destapó mi interés por ese monstruo de hombre… y el privilegio de que me pueda comentar su propio hijo, dedicándome unos minutos para hablarnos del hombre que había detrás de lo que fue el escritor.

Camilo José Cela Conde.- Tú pregunta José Miguel lo que quieras, porque como dijo mi padre en una ocasión, “las preguntas indiscretas no existen, lo que existen son las respuestas”.

JMiguel.- Háblame como hijo de Camilo José Cela, lo que desees contarnos.
Camilo José Cela Conde. – Yo tengo escrito un libro de esto que te lo mandaré para que lo leas de primera mano, pero realmente esa pregunta solo tiene sentido para alguien que no haya sido hijo de un escritor que finalmente tuvo el Premio Nobel, porque cuando yo nací ya había publicado el “Pascual Duarte”.

Una de las mayores sorpresas que me llevé cuando empecé a ir al colegio, es que los padres de los compañeros del colegio, eran médicos, eran farmacéuticos, eran albañiles, eran fontaneros, eran mecánicos, cosa que yo no identificaba en absoluto con la figura paterna, ¿verdad?

Porque claro, un escritor además es una persona que está metida delante de ti cuando eres pequeño las 24 horas del día, es decir, está al lado, no delante de ti, porque una de las cosas que tienen que hacer los escritores es dejar de ser padres para poder ser escritores, ¿no?.

En la casa de Madrid, que era una de esas casas antiguas de 300 metros cuadrados y un pasillo de 30 metros, yo estaba en el otro extremo contrario en la casa precisamente para que mi padre pudiera escribir, pero vamos, a lo que me refiero, es que para mí era la cosa más normal del mundo, lo de ser hijo de Camilo José Cela, así que me cuesta muchísimo trabajo entender porque puede ser una diferencia con la alternativa en la medida que no la he vivido. Si quieres que te lo exprese con una metáfora, Yo no puedo saber qué sucedería si tuviera un ojo en la nuca, ¿verdad?, porque no lo he tenido nunca, pues tampoco sé lo que sería no ser hijo de un escritor que ya te digo había publicado un par de libros importantes en el momento que Yo nací.

De hecho, “Viaje a La Alcarria” lo escribió cuando Yo era un recién nacido y es el único libro de mi padre en el que Yo salgo, cuando está saliendo de casa para ir a la estación comenta que me va a ver a la cuna; es decir, que en 1946 mi padre ya era un escritor muy acreditado por muchas razones históricas, no solo literarias, porque claro, la guerra civil supuso una catástrofe en términos culturales y mi padre fue quien rescató la literatura después de la guerra civil, fue el primer escritor realmente al margen de lo que podrían ser los hagiógrafos como José María Pemán del régimen, pues él fue el primer novelista en el sentido escrito de la palabra.

José Miguel. – ¿Se están haciendo algunos eventos con relación a la memoria de tu padre, y a la obra?

Camilo José Cela Conde. – Mi padre tuvo un problema muy serio desde el punto de vista de lo que es un escritor, porque no nos olvidemos del hecho innegable de que los escritores son sus libros, es decir, la vida personal del escritor desaparece en el momento en el que muere y al cabo de muy pocos años lo que fue la persona es prácticamente desconocido. Selín, sus ideas políticas poca gente ya hoy se acuerda, pero toda la vida quedarán sus obras, como el puntal de lo que significa esa persona.

Pero en los últimos años de la vida de mi padre por razones completamente extraliterarias, tuvo un protagonismo en la prensa a causa de su segundo matrimonio y por cosas que tienen muy poco que ver ya digo con la literatura y ningún interés, sin embargo, eso secuestró la figura de Camilo José Cela de algún modo en la prensa, así que ahora estamos volviendo probablemente de vuelta a los orígenes. En el momento cuando se cumplan los 100 años del nacimiento de mi padre, que será en el año 2016, dentro de dos años, empezará a contar la obra de mi padre y no la persona.

Y espero que a partir de ahí se lleven a cabo las cosas más importantes que existen en estos momentos desde el punto de vista de la literatura de mi padre, y pensando en donde estamos hablando nosotros, que es el hacer una visión crítica de los “Viajes por España”. Es decir, la obra de mi padre no es solo literaria, es antropológica.

El mundo que el retrata en los “cuentos carpetovetónicos”, en “los viajes”, en “judíos, moros y cristianos”, es una España que ha desaparecido ya, es decir, que la globalización y el desarrollo la han convertido prácticamente, sino en inexistente por lo menos en desconocida. Así que esa obra literaria es una especie de absoluta crónica vital, crónica social, crónica incluso geográfica si quieres, por los topónimos que se han conseguido recuperar y que a mí me parece que es imprescindible que se hagan ediciones críticas. Es decir, ediciones que pongan en el contexto de lo que era la España de entonces, antes de que desaparezcan las personas que la conocieron, que puedan dar fe directa de lo que era.

José Miguel.- Siempre se habla de la obra, que en este caso magistral del Nobel se ha traducido a casi todos los idiomas del mundo, pero realmente se habla poco de lo que como persona humana, tiene mucho valor a mi entender, Camilo José Cela. A me impacto muchísimo de muy joven ya cuando salía en los programas de televisión entrevistado por Sánchez Dragó, o en las tertulias con Jesús Hermida, que eso captó toda mi atención porque era tan insospechadamente expresivo, espontáneo, tan suelto de lengua sin ninguna manía al efecto que causase, que siempre ya esperabas algún revés a alguna pregunta con puntilla, al que él le diera el toque sonoro de sarcasmo con que siempre salía airosamente orgulloso al dominar la situación. Era formidable en el dominio de los adjetivos castellanos, que esperábamos a veces con impaciencia cuando salía en la tele, y convertía su aportación sobria, en un verdadero espectáculo digno solo de un experto al que se le sabía enamorado de la gran riqueza expresiva castellana.

Camilo José Cela Conde. – Mi padre además era una especie de semillero de anécdotas porque tenía esta capacidad para el regate corto, ante cualquier cosa que le sucedieran. Yo creo que probablemente la frase más maravillosa que se ha dicho jamás en las Cortes Españolas es la que le dijo él a Fontán (Presidente del Senado) en una ocasión en la que en medio de un debate -pues no recuerdo ahora de que era-, algo así como la exportación por barco a Asia de no que se materiales, mi padre se había quedado dormido, entonces cuando se hizo la votación no votó y Fontán le dijo:

Senador Cela, ¿no vota que sí ni que no, ni se abstiene?
¡Lo que pasa es que Usted estaba dormido!

Y mi padre contestó –a voz de pronto y recién despierto-. Le dijo, “No Señoría, no estaba dormido, estaba durmiendo”.

Y le dijo Fontán, pero eso es lo mismo.
A lo que mi padre respondió: “De ninguna manera. No es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”.

Pues por desgracia, esta maravillosa conversación, que Yo creo que sería la única que habría pasado a la historia de los anales de todo lo que es el parlamentarismo español contemporáneo, fue eliminada del libro de actas -y esto es un delito-, porque Fontán era del Opus y le pareció que era una grosería lo de “no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”.

Lástima que la historia de España como siempre se tenga que sacar de debajo de las piedras, porque los bien pensantes la entierran.

José Miguel:- A mí me transmitió con algunas de sus aportaciones severas y serenas, la seguridad que debe tener aquel que sabe a ciencia cierta por el camino que se traza y finalmente se pone a andar. Y en el instituto en las clases de literatura, tuvimos la obligación de leer obras como “La Colmena” –por ejemplo-, de la que salían personajes por todos lados que al final te perdías entre tanto detalle de enriquecidas descripciones, que te volvías un poco loco si no prestabas muy buena atención a la lectura, o incluso si no tomabas apuntes.

Camilo José Cela Conde. – Hay un pequeño problema al respecto, es que las pequeñas leyendas urbanas crecen. Al fin y al cabo un escritor el primer personaje que crea es él mismo, así que su figura personal y su figura literaria terminan por confundirse.

Hay por tanto anécdotas que son completamente falsas y que Yo sé además de donde salieron, que se publicaron algunas en Cambio 16 –por ejemplo-, y que de ninguna manera corresponden a la realidad. Pero mi padre se las adueñó inmediatamente y ya las contaba ya como si fueran verdad, pero hay otras realmente extraordinarias que indican esa capacidad para la respuesta inmediata que tenía que dar formidable. Y es verdad, eso no forma parte de la vida literaria, forma parte de la persona, pero afortunadamente confío que también se conserve de la misma manera que se conservan las polémicas que tuvieron Quevedo con Góngora, precisamente por lo mal que se llevaban.

José Miguel.- A mí me captó la persona antes que su obra, como normalmente me sucede y después investigo lo que ha hecho el personaje. Leí muchos artículos que salían en prensa sobre él, que siempre arrancaban alguna carcajada de algún comentario en el momento justo. Pero en este caso creo que no he tenido tiempo de sentarme para descubrir profundamente la literatura de Tú padre.

Camilo José Cela Conde. – Mira, Yo te recomendaría que te leyeras por encima de cualquier otra cosa, los viajes por España, es decir, “El viaje a La Alcarria”, “El viaje al Pirineo de Lérida”, “Judíos, moros y cristianos”. Esto, con la afición que tienes tú por La Naturaleza te va a dar la otra parte de la naturaleza que es el ser humano, porque al fin y al cabo, el ser humano forma parte de la naturaleza igual que cualquier otro animal, y el talento que tenía mi padre para pasar el espejo por delante de lo que era ese ser humano arraigado en la tierra, era verdaderamente…, a mí me parece genial.

José Miguel.- Los viajes sin la descripción de las personas que te encuentras en ellos, ya pierden toda su atractiva humanidad, que los hacen tiernos, y hacen que esas aventuras, que al final son aventuras que nos aportan libertad para imaginar, pierdan toda su romántica ternura si no les aportas la auténtica identidad de los personajes que viven en esos paisajes, en esos pueblos, que descubrimos tras las letras, y en los que deseas presentar al que te lee.

Camilo José Cela Conde. – Yo le hubiera dado probablemente antes el Premio Nobel por los viajes por España o por los Cuentos Carpetovetónicos que por las grandes novelas, que son maravillosas pero son más conocidas. Si el Nobel lo que busca es rescatar algún aspecto que merece la pena poner de manifiesto, ese sería uno de los mejores.

José Miguel.- ¿Anécdotas?
Camilo José Cela Conde. – Como te voy a mandar el libro que escribí, ahí te viene todo. Aunque el libro posiblemente ya esté descatalogado y no se pueda encontrar.

José Miguel.- Lo que nos mandes a Peralejos quedará en su futura biblioteca, y lo promocionaremos.

Camilo José Cela Conde. – El libro está descatalogado y va a ser difícil de encontrar. Me lo plantee como una obligación mía porque de lo contrario iba a desaparecer cuando yo muriera, nadie iba a saber lo que fue esa faceta de su vida.

José Miguel.- Es importante, ¿Tú crees que aún te has quedado cosas por decir de tu padre?

Camilo José Cela Conde. – ¿Quién no se ha quedado cosas por decir?
El mundo es tan rico, que necesariamente cuando se traslada a un libro hay que pulirlo y deshacer. Pero desde luego, lo que es seguro es que no se ha quedado ninguna cosa en el tintero pero por razones digamos de censura, eso de ninguna manera, puede que porque me haya olvidado de aspectos interesantes o por lo que sea, pero la segunda edición del libro incluyó dos capítulos que no estaban en la primera que fueron la entrega del Premio Nobel y la muerte de mi padre y si lo lees, podrás ver que mi corazón está volcado ahí.

José Miguel.- Para mí la figura de Camilo José Cela en aquella época de mi joven edad, me inspiró a ser uno mismo, a decir las cosas sin tener que estar buscando las palabras políticamente correctas, y soltar lo que primero te venga a la mente abierta y fresca, de forma sincera, espontánea y sabiendo que es tu propia identidad. Y que solo el tiempo da la seguridad. Y unas de las cosas que se me quedaron muy gravadas, que muchas veces lo comento con personas que no se pueden imaginar haciendo otra cosa que escribir, es que la inspiración no es algo que te venga a lo largo del día y te pones a tomar notas de repente. Como tu padre expresó muy bien, es que “la inspiración te tiene que encontrar plenamente trabajando”, llamándola siendo constante, y consistente, haciendo la labor que te hayas trazado dando lo mejor y sin prisas. Y que ello por supuesto, implica todo un esfuerzo considerable.

Camilo José Cela Conde. – Eso es importantísimo, el utilizar las primeras palabras que te vienen a la cabeza para explicar las cosas es fundamental. No te autocensures que ya el mundo te silenciará.

José Miguel.- Además, con relación a lo que estabas comentando de los viajes, no solo es la Naturaleza y sus lienzos, son los olores, los sabores de un plato que aunque con los mismos ingredientes a veces, es preparado y condimentado de forma diferente. Las gentes que encuentras y que profundizas en ellas para conocer a fondo sus inquietudes y sus anhelos en cada lugar, es lo más valioso con lo que te quedas. La calidez de un lugar nuevo como este, en el que te envuelve y abruma al mismo tiempo, por ejemplo. ¿Habías estado ya en el Alto Tajo?

Camilo José Cela Conde. – No, Cristina sí, mi mujer. Pero Yo no había estado nunca y precisamente hemos venido porque ella me había dicho “te vas a enamorar del Alto Tajo”.

José Miguel.- Aquí hay mucho que ver. Vine en el mes de agosto a curiosear, después de muchos años viajando y me he quedado prendado, y aún no he visto nada en todos estos meses que no he parado ni un instante. Y aunque me quedara muchos años, no creo que descubra todo lo que me gustaría conocer de estas tierras.

Camilo José Cela Conde. – Es que en realidad te das cuenta de cómo aunque viviéramos diez mil años seríamos capaces de agotar la riqueza que tiene casi cada rincón, pero afortunadamente hay el envés de este haz, la otra cara de la moneda, es que podrías pasarte toda la vida sin salir de cinco kilómetros cuadrados y sería una vida llena de riqueza, o sea que tampoco pasa nada.

Por razón de mi profesión, soy profesor de evolución humana, y he estado en África escavando varias veces y tengo la misma sensación. ¿Qué es lo que conozco de Tanzania? Pues apenas un rinconcito de las montañas Tugen, pero eso para mí es el alma de África ya.

José Miguel.- Sí, para ti es lo que vale de Tanzania. Viajando mucho te quedas al final con lo mejor, que son las amistades. Las personas que conoces en cada camino, con las que compartes muchos meses y que después es muy duro tener que decirles adiós, porque es muy costoso separarte de ellas; ya forman parte de ti para siempre. Y al final de todo el recorrido te quedas con lo único que importa en realidad, que es la esencia de esas personas que te impregnaron con su calor en una comida o junto al fuego, o en una tertulia amable, las que llenarán para siempre tu corazón. Y por supuesto que han contribuido en cada lugar, a enriquecerte y a cambiarte como persona. Verdaderamente somos el resultado de toda esa maravillosa gente que hemos tenido la suerte de cruzarnos, de que nos influyeran y ayudaran en un determinado punto del viaje.

Camilo José Cela Conde. – Además la cantidad de cosas y de mundo que ves a través de tus amigos. Y qué curioso además, la amistad como vinculo que se forma o no se forma en un segundo, cuando tú conoces a una persona.

José Miguel.- Si hay chispa sí. Y a los cinco minutos parece que la conozcas de toda la vida.

Camilo José Cela. – O la hay o no la hay, o bien, todo lo contrario. Y eso creo que es una de las cosas que más arruina Internet, que te quita ese Tet a Tet tan importantísimo que tiene el tener una persona delante, y no a través de Skype; que no es lo mismo.

José Miguel.- Esta claro que el calor humano no lo pueden transmitir ni compartir las tecnologías. Pero nuestros equipos las usan como mana del cielo para atravesar la censura, y para estar en contacto permanente con miles de personas que si tienen mucho que decir, para que aprendamos de ellas. Y las redes sociales están creadas especialmente para nosotros que queremos dar voz al que no se la dan, como son los verdaderos expertos, que son los que saben en muchas materias. Internet es un gran invento revolucionario, lo miren por dónde lo miren. El Skype hoy nos permite movernos también por el mundo para mantener el contacto permanente e instantáneo.

Camilo José Cela Conde. – Si pero no. Lo que es tener una hoguera en la noche y estar alrededor de la hoguera hablando, esto ningún Skype no te lo podrá dar.

José Miguel.- ¿Qué impresión te llevas del Alto Tajo? ¿Os vais mañana?

Camilo José Cela Conde. – Me voy mañana pero ahora precisamente ya estamos reservando para el próximo fin de semana que podamos venir. Lo que pasa es que como Cristina es médico de urgencias en un hospital, tenemos muy pocos fines de semana y hay que aprovecharlos.

Lo que me llevo es digamos una promesa, que es la de volver. Ha sido el ver las Hoces del Tajo o del Gallo, o de casi cualquiera de los afluentes y el ir a Molina, porque no queríamos tampoco dispersar. Hemos estado aquí, andar, y apenas a ningún sitio más, ver correr a los perros persiguiendo corzos… se van felices.

Para la próxima vez que vengamos saldremos por la noche por los entornos de la laguna, porque seguro que se podrán escuchar a los jabalíes que bajarán. Y después está el desafío de las aguas bravas, que Cristina ha hecho mucha piragua y me quiere meter.

Ha sido una sorpresa realmente. La Sensación fundamental que te llevas es la de lo poco que has podido ver de lo muchísimo que hay, y como ese poco te llena. Es como si tuvieras leyendo El Quijote y tan solo pudieras leer un cuarto de página al azar, y con eso te quedas. Afortunadamente el mundo de lo que hay que ver está vivo. Son las vivencias que tienes en el momento y que son exclusivas de ese momento.

José Miguel.- Aquí te puedes encontrar gran parte de la fauna salvaje ibérica, pero claro, hay que tener paciencia para verla y escucharla, en ese mundo tan secretamente natural. Hay quien dice, que ha caminado mucho por estos territorios y al final no ha visto nada. Y es por eso mismo, porque has de sentarte y reposar con dosis de paciencia para precisamente poder ver y escuchar a los señores del bosque, que se esconden entre esta espesura.

Y de sabores, ¿que habéis probado?

Camilo José Cela. – Aún no, hemos reservado ese día para hoy. No, no hemos estado haciendo turismo, es decir, no hemos venido a averiguar nada, simplemente hemos venido a pasar aquí tres días en “Casas del Salto” con los perros por el monte, y nada más. Cristina ya me ha dicho que “no te vas de aquí sin probar El Morteruelo” que claro, yo nunca he probado.

José Miguel.- Pues Raquel os sorprenderá, porque ella lo prepara todo, y me han dicho que tiene unas manos excepcionales de cariño.

Camilo José Cela Conde. – Pero vamos, tiempo habrá. Hemos comprado queso en Molina, hemos comprado chorizos y salchichones de jabalí y de ciervo. Entonces bueno, ya vendrán los sabores.

José Miguel.- Yo quería para terminar, que nos dieras tu particular mensaje a la situación social en la que estamos encallados, porque los jóvenes y no tan jóvenes están muy decepcionados por todo lo que estamos viviendo, perdiendo hasta la esperanza. ¿Qué nos puedes decir?

Camilo José Cela Conde. – Mira, mi padre en una ocasión dijo: “que si España había podido sobrevivir a tantísimas barbaridades como ha tenido desde la expulsión de los judíos y los mozárabes hasta la guerra civil española -¡mira que hemos pasado verdad!-, siempre nos hemos levantado”. Yo estoy seguro que lo importante es levantarse.

A mí lo que me aterra es que hemos perdido la esperanza, es verdad. Es decir, estamos en la época en que se está hablando de reformar la constitución y miramos hacia la época de la transición. Pero en la época de la transición teníamos esperanza porque queríamos salir del régimen de Franco y de la dictadura, y teníamos una voluntad de vivir y de hacerlo. En el momento que eso lo recuperemos, la crisis se terminó. Porque en el fondo, ¿qué es la crisis? ¿Tener problemas de dinero? ¿Tener problemas para encontrar un trabajo decente? ¿Y quién no ha tenido problemas para encontrar un trabajo decente?

No le deis más vueltas. El objetivo que vosotros tenéis que estáis lanzando mensajes durante años, ese es el objetivo. Hay que leer a Cavafis, es el viaje, no el llegar. ¡No llegaremos nunca! Lo que necesitamos en estos momentos es recuperar la bandera del viaje, la bandera de esta todo por hacer, pues empecemos a hacerlo.

José Miguel.- Pero a veces sabes que podrías dar más de sí para ser más efectivo y más eficiente si tuvieras medios y más ayuda, y no vas, no hay manera de ir más rápido. Y es una losa que cada vez cuesta más de arrastrar si te paras a pensar esto, con los años.

Camilo José Cela Conde. – Mira, Yo soy profesor de la universidad. Siempre he dicho desde hace mucho tiempo porque yo soy muy mayor ya, que cuando trabajas en la universidad es como si cuando entras, empezaras a empujar a un elefante, y lo empujas durante toda tu vida académica, y cuando te llega el momento del retiro, miras hacia atrás y te deprimes porque no lo has empujado nada, pero acuérdate de lo que dijo Newton, cuando descubrió la ley de la gravitación universal, “he llegado donde estoy porque me he encaramado a hombros de gigantes”, es decir, la vida es una vida de etapas, y cada uno tiene unas, y en una tu puedes avanzar mucho y en otras puedes avanzar menos, pero lo importante es que avances.

Es tremendo lo que hemos vivido de corrupción, de deterioro de la clase política, de todo lo que tú quieras. Pues bien, eso no funciona, pero habrá cosas que si funcionan y las cosas que funcionan son las cosas que nos tienen que animar a seguir.

Mira, cuando yo era un niño en la posguerra, porque yo nací en el 46, recuerdo que mi madre iba a comprar con la cartilla de racionamiento aceite, y el aceite no se lo daban en botella, se lo daban en papel, el aceite era un gel, era como en una especie de papel de estraza, un pegote… eso era el aceite. Pues me parece que no estamos igual que en aquella época, ¿verdad?

Me parece que hemos avanzado una barbaridad. Pues no nos paremos. Estamos en una bicicleta, a veces parece que va muy deprisa y a veces va más despacio, y a veces te cuesta mucho levantarla en la cuesta, pero no te pares, porque en el momento que eches el pie en tierra ya no vas a volver a subir. Ese es mi mensaje… no dejes de pedalear, que todavía queda mucho camino por delante. Y Yo hasta que me muera estaré pedaleando.

José Miguel. – Gracias Camilo por el tiempo que me has dedicado, ha sido un honor poder sentarme contigo estos minutos, para poder oír de ti estos detalles tan valiosos.
Me siento muy agradecido.

Otros enlaces que adjuntamos:

* Cela Conde dice que «desde muy niño mi madre me hizo entender que el oficio de escritor estaba por encima de la paternidad. Eso puede parecer tremendo pero hay que verlo en perspectiva. Gracias a ese oficio, tuve una infancia y adolescencia privilegiadas que me permitieron codearme con personajes de la élite de la literatura», comenta.
http://www.levante-emv.com/cultura/2012/01/16/camilo-jose-cela-conde-tremendo-padre-haya-desaparecido-ambiente-literario/872957.html

* La Palangana
http://www.youtube.com/watch?v=t0d6K9x8CuA

Recopilaciones del hijo de Cela en El País:
http://elpais.com/tag/camilo_jose_cela_conde/a/

* El nuevo marqués de…
http://elpais.com/diario/2003/05/10/agenda/1052517602_850215.html

* Cela Conde define a su padre como una persona generosa, paradójica e iconoclasta…
http://elpais.com/diario/2002/03/13/cultura/1015974001_850215.html

* Camilo J. Cela Conde: Viaje a lo hondo de tu cerebro…
http://www.tugranviaje.com/entrevista/camilo-j-cela-conde/

* Camilo José Cela. Reportaje sobre el nobel de literatura
http://www.youtube.com/watch?v=JNt9r0RF6X8

* La Familia de Pascual Duarte:
http://www.youtube.com/watch?v=olZ-k7CMXU0

* Constantino Cavafis.
http://es.wikipedia.org/wiki/Constantino_Cavafis

Acerca de Jose Miguel y Rocio

CREANDO RELACIONES DE COLABORACIÓN, EN EL MUNDO... Proyecto COMPROMISO MARINO - "Uniendo miradas hacia el mar y los océanos". NO SOMOS UNA EMPRESA, somos una organización sin ánimo de lucro que recibió el Galardón al Medio Ambiente en el año 2002, a su trayectoria educativa, investigadora y de difusión de la información medioambiental, durante 20 años. Una trayectoria apadrinada por el Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger La Naturaleza y el Consejo Mundial para La Naturaleza (WCFN). Nuestra organización fleta un velero para conocer el estado de salud de sus costas, mares, pesca, especies y estado de la calidad de las aguas. Una oficina itinerante que viaja de Puerto en Puerto. En la actualidad se encuentra en el Mediterráneo. (Enero 2022) Al mismo tiempo realizando reportajes muy diversos, de lugares de interés, entrevistas a navegantes y a expertos en muchas materias como en la construcción de barcos, incluyendo el mundo de la gastronomía, cuna cultural de relaciones humanas para conocer los productos y especias que se combinan en cada tierra, aprendiendo de sus gentes, allá donde el viento nos lleve. ¡Una herramienta que puede ser útil para navegantes, supervivientes y viajeros!

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