Santa Pola. Alicante.
Comunitat Valenciana.
Toda la isla fue barrida por la erosión del mar en el Cuaternario, que produjo la actual planicie. Carece de arbolado y la vegetación es escasa.
Reposar frente a la puesta de sol es embriagador. Muchos aquí van a reunirse al Este de la isla para finalizar sus jornadas. Una buena copa de vino y disfrutar que la vida pasa; que no se detiene para nada y para nadie. Mañana saldrá de nuevo el calor para todos y hay que aprovecharlo.
Pero toda la isla se torna de otros colores cuando el sol se prepara para retirarse en sus últimas horas, y a primera hora cuando renace por el Este. Es difícil valorar que momentos son más mágicos en un lugar tan especial como este. Parece remoto, pero estamos muy cerca del bullicio de la costa, a tan solo 4 kms escasos. (2 millas)
Muchos piensan que Tabarca es solo una isla de día, pero cada noche, cuando todos se van, recupera su esencia y se convierte de nuevo en un remanso de paz. Tertulias amigables en la calle, volviendo a escucharse los pasos en el empedrado. Es hora de sentarse en uno de los bares para fusionarse entre sus gentes. Hora de preguntar pausadamente y de que te cuenten historias que no aparecen ni en Internet, ni en los libros.
En la imagen:
La embarcación de Ibérica 2000, fondeada frente a la cala sur de la Isla.